jueves, 30 de mayo de 2013

10 buenas razones para cuidar tu hígado

10 buenas razones para cuidar tu hígado

Conoce todo lo que debes saber de las causas, síntomas y prevención del cáncer de hígado.

Cada 30 segundos, una persona en el mundo muere de cáncer de hígado, un mal que es totalmente prevenible, pero sigue cobrando vidas, alerta el Dr. Samuel Tan, director del programa de cáncer de hígado y el Centro Asiático de Hígado de la Universidad de Stanford en California.
Este 29 de mayo la Organización Mundial de Gastroenterología celebra el Día Mundial de la Salud Digestiva e inicia una campaña de salud pública en todo el mundo. Cada año se centra en un trastorno digestivo en particular con el fin de aumentar la conciencia pública sobre la prevención y el tratamiento. En la edición de 2013 el tema es prevenir el cáncer de hígado para que le des la importancia conoce las 10 buenas razones para cuidar a tu hígado:
  1. Virus: Las causas más comunes son la infección con los virus de hepatitis B y hepatitis C, que según la Organización Mundial de la Salud informó hay aproximadamente 700,000 muertes en todo el mundo, de las cuales más de ocho de cada 10 (84%) de los casos se produjeron en los países en desarrollo.
    La hepatitis B es un virus y cuando las personas que están infectadas crónicamente desarrollan ADN del cáncer de hígado en su propio ADN afectando el funcionamiento normal de sus células hepáticas. La infección crónica por hepatitis C está claramente relacionado con el desarrollo de cáncer de hígado, sin embargo, la forma en que las causas del cáncer es menos clara. Puede ser que el virus causa cirrosis hepática, que en general aumenta el riesgo de cáncer de hígado, o puede ser que una proteína del virus inhibe los genes que normalmente mantienen las células se conviertan en cancerosas.

  1. Toxinas en dieta: También lo provoca beber alcohol en exceso, tener una dieta con exceso de hierro, o consumir alimentos contaminados con aflatoxina B1, una sustancia tóxica producida por hongos  del género Aspergillus que se metabolizan en el hígado dañándolo. El hongo puede crecer en ciertos alimentos cuando se almacenan incorrectamente.
     
  2. Mortalidad: El carcinoma hepatocelular (HCC) es el quinto cáncer más común del mundo, la tercera causa más común de muerte por cáncer en el mundo, y el número 1 de muerte en un número creciente de países de bajos recursos.
  1. Población en riesgo: El cáncer primario de hígado es cuatro veces más común en el sudeste de Asia (China, Hong Kong, Taiwán, Corea y Japón). El cáncer de hígado es también muy común en África al sur del Sahara (Mozambique y Sudáfrica) que en América del Norte o Europa Occidental debido a que la enfermedad está fuertemente asociado con infecciones crónicas del virus de la hepatitis C y la hepatitis B, que son más comunes en Asia. A medida que la incidencia de las infecciones por hepatitis en América del Norte y Europa Occidental están aumentando, también lo es la incidencia de cáncer de hígado.
     
  2. Mal de género: El cáncer de hígado en los hombres es el quinto cáncer más frecuentemente diagnosticados en todo el mundo, pero la segunda causa más frecuente de muerte por cáncer. En las mujeres, es el séptimo cáncer más comúnmente diagnosticado y la sexta causa de muerte por cáncer, de acuerdo con la Organización Mundial de Gastroenterología.
     
  3. Sin prevención suficiente: A partir de 2008, un total de 177 países (91%) habían introducido la vacuna contra el Virus de la Hepatitis B en sus calendarios nacionales de vacunación infantil, aunque en 2006 sólo 27% de los niños en todo el mundo recibió la primera dosis dentro de las 24 horas posteriores al nacimiento, según lo recomendado por la OMS.
     
  4. La mejor arma es prevenirlo: Para proteger contra el virus de la hepatitis B deben vacunarse, sin embargo No existe una vacuna para la hepatitis C. La prevención contra esta enfermedad (y la hepatitis B en personas que no han sido vacunadas) se basa en saber cómo se propaga este virus. El virus se propaga a través de las transfusiones sanguíneas, al compartir agujas de jeringas contaminadas (como durante el abuso de drogas), al tener sexo sin protección y durante el parto.
    Además dejar de fumar y beber, cuidar la dieta para regular en un peso sano,
     
  5. Síntomas: La mayoría de las veces el cáncer de hígado no causa síntomas en sus etapas iniciales. Los síntomas a continuación podrían ser causados por cáncer de hígado, pero también podrían ser a causa de otros cánceres u otras enfermedades. Independientemente, si usted tiene alguno de los siguientes problemas, consulte con su médico inmediatamente:
 * Pérdida de peso (cuando no está tratando de perder peso).
* Falta de apetito.
* Sensación de llenura tras comer poco.
* Náusea o vómito.
* Fiebre.
* Agrandamiento del hígado o protuberancia que pueda sentirse debajo de las costillas del costado derecho.
* Agrandamiento del bazo (se siente como una masa debajo de las costillas del lado izquierdo).
* Dolor en el abdomen o cerca del omóplato derecho.
* Inflamación en el abdomen.
* Picazón.
* Coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia).
* Inflamación de las venas en la región del abdomen que pueden apreciarse a través de la piel.
* Empeoramiento de la enfermedad en el caso de tener hepatitis crónica o cirrosis.

Algunos tumores del hígado producen hormonas que actúan en otros órganos aparte del hígado. Estas hormonas pueden causar:
* Altos niveles de calcio en la sangre, lo que puede causar náusea, confusión, estreñimiento, debilidad o problemas musculares.
* Recuento bajo de glucosa en la sangre, lo cual puede hacer que sienta cansancio o desfallecimiento.
* Aumento del tamaño de los senos y/o reducción del tamaño de los testículos en los hombres.
*  Altos niveles de glóbulos rojos, lo que puede causar enrojecimiento y sensación de rubor.
*  Altos niveles de colesterol.
  1. Detección: Los tumores pequeños son difíciles de encontrar mediante exámenes físicos. Las pruebas de laboratorio básicas incluyen la búsqueda en muestras de sangre de la proteína alfaproteína que es secretada por tumores cancerosos del hígado. Además, se recomiendan imágenes por ultrasonido, por resonancia magnética, tomografía computarizada o CT u otras para determinar el tamaño del o los tumores, determinar si es benigno o si se extendió, aunque siempre será más precisa una biopsia o toma de tejido para su análisis.
     
  2. Tratamiento: La ablación por radiofrecuencia, un procedimiento avanzado, mínimamente invasivo que utiliza un generador de calor, catéter-electrodo de punta para destruir las células tumorales junto con radioinmunoterapia y quimioembolización, entre otros, pero el equipo médico decide la terapia de acuerdo con la etapa (alcance) del cáncer y cuán bien funciona el hígado.  
FUENTE: REVISTA QUO
BY SAMUEL

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